jueves, 28 de febrero de 2008

¡SUS HONORARIOS SON MUY ALTOS!

La asfixia del trabajador cultural en Chile

Chile posee una política cultural sistemática que descansa en la asignación, mediante concursos públicos, de recursos fiscales, los FONDART. Partiendo del hecho de que preferimos que exista una política a que no, se comparte una reflexión sobre los “honorarios” que en estos fondos se destinan a los trabajadores culturales. Los artistas y cultores compiten entre sí, tanto en el plano de las ideas como de los presupuestos, por la asignación de recursos escasos. A medida que se acerca la fecha de entrega de las propuestas los proponentes van bajando los montos de sus posibles honorarios con la esperanza de aumentar así las posibilidades de adjudicarse el fondo, compitiendo ahora con ellos mismos. Este cruce entre una lógica de mercado y una cultural asfixia a estos trabajadores que, sin tener un marco de referencia conocido, no saben si lo que solicitan es pertinente o adecuado, tendiendo siempre a subvalorarse lo más posible. Así por ejemplo cuando un proyecto solicita 200.000 pesos (400 us) para que un profesional trabaje durante media jornada, es decir, a 2.222 pesos la hora (4,5 us), no sabe si el monto es adecuado pues en concursos anteriores ha recibido informaciones contradictorias, ya sea que ese monto es muy elevado o bien muy bajo y, como es de esperarse, en ambas situaciones su propuesta es desestimada (siendo que en realidad el monto es muy por debajo de cualquier labor que desarrolle un profesional en Chile sea en el ámbito público o privado). Para que esta dinámica de competencia no desaliente a trabajadores y proyectos creemos que debiese existir una escala de honorarios estándar. Así los argumentos de los evaluadores versarían sobre la idoneidad del tiempo dispuesto y no sobre los montos del mismo.

Américo.

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